La Ética en las personas jurídicas

Para lograr que una empresa se maneje de manera adecuada es necesario promover una cultura de Ética. Para esto es necesario tomar cuatro puntos importantes los cuales lo analizaremos en el caso fraudulento de Parmalat:

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1.- EL Poder y la influencia de los negocios son más grandes que nunca.

Parmalat, el monstruo lechero de Europa se involucro en uno de los más grandes escándalos financieros de la nueva década. Este emporio conocido por sus distintas empresas e inversiones que van desde una gran variedad de productos como leche, yogurt, jugos, galletas, salsas de tomate, productos funcionales y agua, con marcas muy conocidas como Zymil, Parmalat Plus, Dietlat, Santal, Pomí, Mister Day y Aqua Parmalat; hasta sponsor en distintos rubros, como el automovilismo, incluyendo el césped de fútbol, estalló en el 2003 con millones de Euros en deuda y estafas. Es por esta razón que la ética queda impregnada en la filosofía de toda empresa. Pero si analizamos a Parmalat, vemos que existen miles de interesados, como trabajadores, bancos, proveedores, etcétera; en el cual la falta de ética se venia dando desde hace muchos años con respecto a los estados financieros que se presentaban ante los inversionistas, puesto que estos papeles eran falsos. Esto involucra a todos los stakeholders, ya que confiaban en una empresa que les presentaba números en azul cuando realmente no lo eran.

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2.-Las malas prácticas de negocio tienen el potencial de infligir un enorme daño en las personas, comunidades y el medio ambiente.

Como podemos ver, los malos manejos financieros por parte del director financiero de Parmalat, Fausto Tonna quien fue el principal creador de la trama ilegal por orden de Calisto Tanzi, trae consigo varios perjucios, no solo para los cerca de 36.000 empleados repartidos en 30 países que trabajan para este emporio, sino también, para los bancos, como el de Bank of America, que fue agredido por las cartas falsificadas que certificaban depósitos de 3.950 millones de euros a favor de Bonlat en las Islas Caimán. Así como ellos, fueron afectados miles de personas más, incluyendo el suicidio del asesor financieros de la empresa. Por esta razón una mala práctica empresarial, trae consigo mucho más que un daño ético y moral. Tenemos que mencionara también la responsabilidad que tuvo que acceder el gobierno Italiano ante la crisis. El Gobierno se apresuró en aprobar leyes que debieron estar vigentes hace mucho tiempo a favor de una forma de protección contra la bancarrota, similar a la que existen en los Estados Unidos, que permite una intervención del estado cuando en la empresa afectada laboran mas de 1000 personas directamente y tienen deudas superiores a 1,000 millones de Euros.

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3.- Pocos hombres de negocio han recibido entrenamiento en ética para los negocios.

Las empresas no solo deben tener un lema basado en la ética, por el contrario, las empresas tienen que aplicarla a sus actividades. En este caso podemos observar que no había un claro concepto ético en el director financiero ni tampoco en el director general de Parmalat, los cuales se dedicaban a ocultar la información real contable. De la misma manera se puede deducir del banco Citigroup, los cuales se hacia los de la “vista gorda” diciendo que todo estaba correcto, así también como las empresas auditoras como Deloitte & Touche y Grant Thornton, que afirmaban que todo los manejos eran hechos de manera correcta. Entonces podemos llegar a la conclusión de que si las principales cabezas de las empresas no se encuentran debidamente relacionadas y entrenadas en ética para los negocios, vemos que los problemas se llegan a convertir en un problema no solo empresarial, sino judicial y social.

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4.-La ética para los negocios nos da la habilidad para comprender los beneficios y riesgos de diferentes caminos para manejar las cuestiones éticas.

En esta sociedad empresarial se suele creer mucho la Ley es lo Ético. Las personas empresariales deducen, “si tal acción esta permitido, entonces es ético”. Este razonamiento es incorrecto, puesto que por estar permitido, no quiere decir que sea ético. Pero en el caso de Parmalat, podemos darnos cuenta que las acciones que tomaron los ejecutivos era totalmente ilegal, por lo tanto estaban cometiendo actos no éticos. Si hubieran tomado en cuenta la ética, el problema se hubiera canalizado desde un principio, mostrando soluciones con las cuales se podía manejar aún. Pero luego de quince años, cuando estalló el fraude contable, ya era muy tarde. Las propias empresas habían creado una bola inmensa de humo imposible de persuadir. De esta manera el riesgo que se les presentaba a los stakeholders era inevitable. Ya era tarde para tomar una solución estable y pacífica, ya que mas de 115000 inversores habían sido estafados.