Al descubrirse el fraude cometido por la empresa Parmalat, los siguientes grupos de interés se ven afectados inmediatamente:
Propietarios (Inversionistas): Miles de ahorradores, depositaron su confianza en la empresa e invirtieron grandes cantidades de dinero, ya sea en acciones o bonos. Una vez descubierto el fraude, las acciones perdieron valor en grandes magnitudes y los bonos no fueron pagados haciendo que estos ahorradores perdieran sus inversiones. Así pues hubieron pérdidas totales de 30 000 millones de euros a unos 800 mil inversionistas. Sus derechos a recibir un retorno monetario por financiar a la empresa se ven afectados.
Trabajadores: Miles de trabajadores perdieron su fuente de empleo ya que, inmediatamente después de ser detectado el fraude, la empresa no tenía los fondos suficientes para contar con la magnitud de trabajadores que contaba. Así pues, se ven afectados sus derechos a tener seguridad laboral en la empresa en la que confiaron.
Proveedores: Muchos productores de leche no reciben sus remuneraciones correspondientes ya que la empresa, después del fraude cometido, no tiene dinero para pagarles. Además, miles de granjeros de un día para otro, ya no pudieron vender su leche, viéndose afectados por las acciones de esta gran empresa. Los proveedores esperaban la seguridad de proveer a un cliente estable y honesto.
Comunidad: A raíz de este fraude, los inversores en todo el mundo pierden la confianza de las empresas italianas ya que la falta de control del estado de este país es unos de los principales responsables. Así las diversas empresas italianas se ven afectadas por la desconfianza que ahora tienen las personas en invertir en todas las empresas de este país, viéndose afectada toda la población ya que las fuentes de trabajo local se ponen en peligro.
Los organismos de control y vigilancia del Estado: Estos organismos establecieron formas de control empresarial demasiado leves confiándose de la honestidad de las empresas. Así, su forma de controlar las empresas se ve amenazada y afectada impulsándolos a buscar formas más estrictas que garanticen el buen funcionamiento de las empresas en Italia.
Clientes: Aquí podemos mencionar tanto a los distribuidores de los productos (que son clientes de la empresa), como a los consumidores finales. Los distribuidores de los productos se ven amenazados debido a que un proveedor importante (Parmalat) se ve desprestigiado por sus acciones fraudulentas y además ya no cuenta con los fondos para seguir produciendo en las mismas magnitudes, disminuyendo así los productos que los distribuidores pueden ofrecer a los consumidores y disminuyendo con eso, sus ganancias. Por otro lado, algunos consumidores disminuyen la confianza en la empresa y no están dispuestos a seguir consumiendo productos de una empresa que no es honesta.
Competencia: Esta se ve afectada de forma tanto positiva como negativa. Por un lado, el hecho que Parmalat no cuente con los fondos para continuar su actividad empresarial de forma normal los beneficia para obtener una mayor cuota de mercado. Sin embargo, el hecho de que los inversores estén desconfiados de las empresas italianas los afecta, pues es posible que el valor de sus acciones disminuya también.
Propietarios (Inversionistas): Miles de ahorradores, depositaron su confianza en la empresa e invirtieron grandes cantidades de dinero, ya sea en acciones o bonos. Una vez descubierto el fraude, las acciones perdieron valor en grandes magnitudes y los bonos no fueron pagados haciendo que estos ahorradores perdieran sus inversiones. Así pues hubieron pérdidas totales de 30 000 millones de euros a unos 800 mil inversionistas. Sus derechos a recibir un retorno monetario por financiar a la empresa se ven afectados.
Trabajadores: Miles de trabajadores perdieron su fuente de empleo ya que, inmediatamente después de ser detectado el fraude, la empresa no tenía los fondos suficientes para contar con la magnitud de trabajadores que contaba. Así pues, se ven afectados sus derechos a tener seguridad laboral en la empresa en la que confiaron.
Proveedores: Muchos productores de leche no reciben sus remuneraciones correspondientes ya que la empresa, después del fraude cometido, no tiene dinero para pagarles. Además, miles de granjeros de un día para otro, ya no pudieron vender su leche, viéndose afectados por las acciones de esta gran empresa. Los proveedores esperaban la seguridad de proveer a un cliente estable y honesto.
Comunidad: A raíz de este fraude, los inversores en todo el mundo pierden la confianza de las empresas italianas ya que la falta de control del estado de este país es unos de los principales responsables. Así las diversas empresas italianas se ven afectadas por la desconfianza que ahora tienen las personas en invertir en todas las empresas de este país, viéndose afectada toda la población ya que las fuentes de trabajo local se ponen en peligro.
Los organismos de control y vigilancia del Estado: Estos organismos establecieron formas de control empresarial demasiado leves confiándose de la honestidad de las empresas. Así, su forma de controlar las empresas se ve amenazada y afectada impulsándolos a buscar formas más estrictas que garanticen el buen funcionamiento de las empresas en Italia.
Clientes: Aquí podemos mencionar tanto a los distribuidores de los productos (que son clientes de la empresa), como a los consumidores finales. Los distribuidores de los productos se ven amenazados debido a que un proveedor importante (Parmalat) se ve desprestigiado por sus acciones fraudulentas y además ya no cuenta con los fondos para seguir produciendo en las mismas magnitudes, disminuyendo así los productos que los distribuidores pueden ofrecer a los consumidores y disminuyendo con eso, sus ganancias. Por otro lado, algunos consumidores disminuyen la confianza en la empresa y no están dispuestos a seguir consumiendo productos de una empresa que no es honesta.
Competencia: Esta se ve afectada de forma tanto positiva como negativa. Por un lado, el hecho que Parmalat no cuente con los fondos para continuar su actividad empresarial de forma normal los beneficia para obtener una mayor cuota de mercado. Sin embargo, el hecho de que los inversores estén desconfiados de las empresas italianas los afecta, pues es posible que el valor de sus acciones disminuya también.
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